Hoy he asistido a una ponencia que me ha llegado al alma, pero por compasión con el profesor… y no he podido resistirme a poner un post para «ayudar» al mundo un poco aportando mi opinión sobre las presentaciones
Todas las personas, en mayor o menor medida en alguna ocasión hemos asistido a un curso o ponencia para descubrir, ampliar o profundizar en un tema de nuestro interés. Cuando vas a asistir no caes en la cuenta de que tan importante es a veces el tema que se va a tratar como el ponente o profesor que presenta el tema.
Después de muchos cursos, más de 100 ponencias y seminarios durante 12 años, creo que hay gente que tiene que entender que tienen una gran responsabilidad como ponente o profesor.
Si es tu caso, por favor, ten en cuenta estos puntos y mejorarás como profesional:
1. El tema es importante, pero por favor, ¡tu actitud lo es más!
Me parece genial que te consideres un un gran profesional y que domines la materia, pero ponte en situación y piensa como te presentas y como me transmites el mensaje, porque es casi más importante que lo que comentas. Para que me llegue tu contenido tiene que haber un canal de conexión entre los dos o estarás intentando meter agua en un cubo tapado, no entra ni gota…
Tu actitud debería ser:
- Apasionada: Que vea que el tema es importante para ti y me haga sentir lo mismo.
- Activa: Con alegría, viva, en movimiento, entusiasta y que transmita «buen rollo».
- Con un toque de humor: Aporta humanidad a la sesión, nunca forzado, pero si periódicamente para despertar a la gente y aumentar la empatía.
- Predispuesta: A aprender de los asistentes ya que todos tenemos conocimientos del tema y entre profesionales muchas veces más que tú. No reacciones negativamente, reconoce la aportación, acéptala y agradece la colaboración.
- Enfocada: En hacer que llegue tu idea principal al oyente y captar su atención.
2. ¿Quieres que te escuche?… Ayúdame
No se te ocurra leer la presentación, por favor, creo que no hay nada más aburrido que ver a una persona leyendo una presentación en un proyector. Tu presentación debe ser la base con los pilares clave y enunciados sobre los que me llega tu idea principal.
Si hace falta material, acompaña y aporta un documento completo de contenido para leer más tarde con referencias y así podré profundizar luego, pero ahora, hazme llegar el tema despertando mi interés y captando mi atención para que me llegue el mensaje pues esa es la función principal de un ponente.
Puedes contarme una historia, crear intriga, pensar como sorprenderme para que piense «esta persona es muy valida» o lo que se te ocurra, pero sobre todo exponer los conceptos desde una perspectiva global y enfocada para transmitir la idea clave.
3. Cuando me estoy moviendo… Hazme partícipe
Si ves que la gente se mueve en la silla, no lo dudes, no estás conectando y ¡tienes que hacer algo!
Creo que un buen ponente tiene reservado siempre un bloque de participación, aunque sea solo dirigir preguntas a la gente para que tengas que volver a coger el «hilo» de la presentación.
Prepara tu presentación, divide los tiempos y sigue una estructura en N, primero subes emociones y aumentas la voz, luego puedes bajar a transmitir el mensaje importante y llegando al máximo nivel de conexión y por último vuelves a subir las emociones para acabar con un gran final.
4. ¿Cuál es tu idea principal?… Dame perspectiva
A veces preparando un tema o la presentación vamos incorporando puntos que creemos importantes pero al final, si no hemos planteado un esquema inicial, se nos queda un «churro» de información que necesita de un orden y objetivo.
Si algo importa de una presentación es que tengas claro cuál es tu idea principal que vas a transmitir, una idea única que todos los asistentes se quedarán al acabar y sobre la que has desarrollado todo el contenido que querías transmitir, es una «palanca» que mueve toda la presentación. Es lo que me voy a quedar de la presentación al final cuando acabe y piense, este ponente me ha enseñado este concepto importante principal sobre este tema.
5. ¿Cuál es tu ojo ciego?
Si quieres de verdad que disfrutemos con tu clase y hacerte un buen favor, invita a un amigo tuyo de confianza a que asista y haga de tu «ojo ciego», que pregunte después a los asistentes y te diga la verdad de lo que piensan de ti… da un poco de pena ver a alguien que cree que lo está haciendo muy bien y que en realidad los asistentes piensen «menudo tostón» o «esta persona no debería dar clase…»
En conclusión:
[box] Es muy importante que tengas una idea sola a transmitir como base estratégica y que le digas a los asistentes al principio lo que le vas a explicar, mientras se lo explicas le digas lo que le estas explicando y cuando has acabado, le digas lo que le has explicado. Para que quede claro. Transmitiendo con confianza y pasión, una actitud predispuesta a participar y un toque de humor harás de nosotros unos seguidores tuyos apasionados y que te recomendarán fervientemente a todos de forma gratuita.[/box]
¿Te atreves a ser mejor profesional?
Es verdad, pero sabes que es complicado. Lo que sí que está claro es que la gente que tiene que dar «charlas todos los dias» como los profesores entre otros deberías ser muy buenos y los que las damos expóradicamente … tenemos que preparar más las cosas.
Gracias por tu consejo cracks
En mi opinión la base es común, hay una idea o pilar central sobre el que trata toda la comunicación, sea una clase o ponencia y es lo que el asistente, sin tomar nota ni darse cuenta, debe llevarse de ese tiempo que ha compartido contigo. Algo que le de la sensación y certeza de que ha valido la pena dedicar ese tiempo.
Conseguirlo no es fácil, pero vale la pena intentarlo, ¿no?
Totalmente de acuerdo Pau, desde mi punto de vista una mala exposición de un tema pueden ocurrir en la mayoría de los casos a dos razones (presuponiendo que el ponente es experto en la materia claro), quizá esté aburrido de transmitir la misma ponencia muchas veces, pero es obligado conectar con el público, y si no, cambia la presentación o dedícate a otra cosa. Al igual que si el caso es que al ponente no le gusta hablar en público y se ve obligado por cualquier razón, la conclusión es la misma, cambia la actitud o dedícate a otra cosa.
Gracias por el post Pau.
Lo que comentas David, por desgracia creo que es la sensación que se nos queda cuando uno no conecta, o peor aún, cuando recibes un «tostón» y puede llegar a ser injusto, porque la preparación de la persona puede ser muy buena, el material muy bueno, pero no importa sólo «EL CONTENIDO», sino «LA FORMA», para que pueda llegar el contenido interesante.
Nos esforzaremos para que no nos pase, no?
¡Hasta pronto!